Compra, redistribución y reforma integral de vivienda en una gran avenida de Madrid
Corría el año 2003, las viviendas aún se buscaban en periódicos de papel, y entonces encontré un anuncio que destacaba con fuerza sobre los demás. Se vendía un piso de unos 60m2 en una magnífica avenida de Madrid, en edificio señorial con ascensor, gas en la ventana, techos altos … y a buen precio. Pensé que en algún sitio estaría el truco, pero aún así fui a verlo.

Tras ver el portal y la escalera, estaba dispuesto a comprarlo sin entrar al piso, pero mantuve la compostura y la sangre fría, virtudes que recomiendo a todo aquel que esté pensando en comprar vivienda.
Una vez dentro, confirmé que no había truco ni mucho menos engaño, sencillamente el piso había sido la zona de servicio de otro enorme contiguo y lo habían segregado para su venta. La distribución era la propia del siglo XIX, y ésa era la principal razón por la que los propietarios no creían poder venderlo a mejor precio.
La vivienda tenía los siguientes problemas de distribución:
– Una alcoba (habitación sin ventana).
– Un único retrete, sin ducha ni bañera, y además con entrada desde la cocina, que a su vez, era la estancia más grande de la vivienda.
– Tanto la sala de estar como el otro dormitorio, respiraban por ventanas de 30x30cm, dado que no querían visuales incómodas desde la vivienda principal a través de las ventanas convencionales del patio.


Fue la única vez en todos estos años, que comprometí la compra antes de hacer el plano de reforma, porque consideré que si esperaba, lo perdería, y nunca me arrepentí.
Como se ve en el nuevo plano, desaparecieron todos los problemas originales, se montaron dos baños y la distribución resultó ideal para los actuales gustos y necesidades. En el vestíbulo usé un recurso que llamo «ventana 2 en 1», que consiste en aprovechar un solo hueco de ventana, para ventilar dos estancias distintas. Es muy útil en viviendas donde se realizan redistribuciones totales.


No hubo más remedio que abrir el salón a la medianera mediante huecos de pavés, pero la corriente cruzada con la ventana del vestíbulo permitía la correcta ventilación de la estancia.
La cocina se decoró totalmente en blanco para aligerar su pequeño tamaño. Tanto la campana como la caldera expulsaban sus respectivos humos al patio por encima del vestíbulo, en el cual se forraron las puertas de entrada originales, para asemejar su diseño a la decoración interior.
Se optó en general por un estilo atemporal, sin estridencias, acorde al edificio en el que nos encontrábamos. Como excepción, el baño principal se decoró con una atrevida combinación de crema y negro para jugar con su difícil configuración (muro de carga en medio incluido).
El piso tuvo muy buena aceptación y se vendió con bastante rapidez.
Para aquel que quiera vivir en un piso nuevo en el centro de Madrid, pero no alcance los prohibitivos precios que estos tienen, debería plantearse la opción de una reforma integral. Disfrutas de casi las mismas ventajas, y además con un costo muy inferior y con una distribución y decoración totalmente personalizadas.
Magic Jon!!
Muy bien resuelto JOn, María (Alazán)
Muchas gracias, María.